26 de marzo de 2020 - La crisis de la COVID-19, la práctica asociada de distanciamiento social y su impacto en otros factores socioeconómicos tiene implicaciones significativas para la salud mental de todos los afectados. La Dra. Christine Moutier, directora médica de American Foundation for Suicide Prevention, emitió la siguiente declaración:
“Los factores asociados a la crisis de la COVID-19, como la ansiedad, el aislamiento social, los temores relacionados con el virus en sí, el estrés económico y la interrupción de las rutinas pueden afectar nuestra salud mental y ser un factor que contribuya al riesgo de suicidio. El suicidio es complejo y está impulsado por múltiples factores de riesgo; no es un evento de una sola causa. Según la investigación disponible hoy en día, no es una conclusión inevitable que la crisis de la COVID-19 incida en el suicidio.
Si bien los factores asociados a la COVID-19 crean riesgos, es imperativo recordar que el suicidio es prevenible. Ahora más que nunca, es importante que las personas tomen medidas protectoras y proactivas para salvaguardar su salud mental y la de los demás. Según las investigaciones, sabemos que proteger la salud mental también mejora la salud física y la inmunidad. Las personas deberían centrarse en los pasos que están bajo su control: manténgase conectado con sus comunidades, gestione activamente su salud mental, no tema sostener una conversación franca si usted o un ser querido tiene dificultades y busque ayuda profesional, si es necesario. Las personas con problemas de salud mental deben mantenerse en contacto regular con su proveedor y, dada la reciente eliminación de las barreras reglamentarias, ahora más que nunca tienen oportunidades para hacerlo a través de soluciones de telemedicina.
Estamos en medio de una crisis de salud pública sin precedentes, pero también tenemos una oportunidad extraordinaria de reunirnos dentro de nuestras familias y de nuestras comunidades para reducir el estigma que a menudo rodea a la salud mental. Nunca antes habíamos conocido una crisis de salud pública con un enfoque tan claro en la salud mental, y nunca antes habíamos tenido la ventaja de las muchas opciones de telesalud, aplicaciones de atención plena y tecnología para facilitar la conexión cara a cara desde lejos, que tenemos a nuestra disposición.
Debemos aprovechar estas herramientas y permanecer atentos para resguardar nuestra propia salud mental y apoyar a nuestros seres queridos. Animo a todos a entablar un diálogo abierto y honesto con sus amigos y seres queridos, demostrar compasión y amabilidad, y practicar el cuidado personal haciendo ejercicio, meditando y consumiendo las noticias con mesura. Además, a comunicarse con aquellos que puedan estar aislados y necesiten apoyo adicional. Estas acciones pueden salvar vidas y cambiar para bien nuestra cultura colectiva en torno a la salud mental a largo plazo”.
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