El Día Internacional de Sobrevivientes de una Pérdida por Suicidio, también conocido como Día de los Sobrevivientes, se realiza cada año el sábado antes del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, con eventos virtuales y presenciales en comunidades por todo el mundo. Conoce más y encuentra un evento aquí.
A medida que se aproxima el Día del Sobreviviente, reflexiono sobre mi dolorosa experiencia por una pérdida que inició hace 25 años, cuando mi entonces prometido murió por suicidio. Como psicóloga que ahora trabaja en la prevención del suicidio, hubo cosas que aprendí de esta experiencia de dolor que mi educación formal no podría haberme enseñado. He aprendido que mientras el dolor es difícil, lo sobrevives y existe una comunidad solidaria de profesionales y sobrevivientes de pérdida por suicidio que te acompañarán en tu duelo.
Si estás leyendo esto, podrías ser alguien que tuvo que estabilizarse ante los cambios repentinos e inesperados que ocurrieron en tu mundo como resultado del suicidio de un ser querido. Podrías no saber por dónde empezar o si estás sintiendo todas las emociones relacionadas con el duelo por suicidio. A medida que pasas por todo esto, te verás enfrentando distintas emociones, a veces intensas, interrumpidas por recuerdos de tu ser querido y el impacto que tuvo en tu vida.
Una de las cosas que sé con certeza es que el dolor ocurre, aunque no estemos preparados y no haya espacio en nuestras vidas para ello. Aparece en momentos predecibles e impredecibles, en imágenes y recuerdos que pueden traer alegría y dolor a la vez. El dolor es un reflejo del vínculo que teníamos con la persona (o lo que sea) que hemos perdido. Permitirnos pasar por el duelo honra ese vínculo. No es distinto cuando es un duelo por suicidio, y quizás es aún más importante permitir sentir y sufrir nuestro duelo.
Aquí hay algunas cosas que sé con certeza sobre el dolor provocado por el suicidio:
- Hay formas de practicar el autocuidado mientras sufrimos una pérdida por suicidio (¡y es importante!) Aunque el dolor de una pérdida por suicidio a veces puede ser abrumador, es importante asegurar que hagamos todo lo posible para atender las necesidades básicas de nuestro cuerpo a medida que guardamos luto. Asegúrate de beber suficiente agua, realizar una rutina de ejercicio ligero y dormir cuando puedas. Pide a otros que te ayuden para poder tomar una siesta, dar una caminata por el parque o áreas verdes o preparar comida nutritiva, por ejemplo.
- Llorar una pérdida por suicidio toma tiempo. No tienes que “superarlo”. Llegar al punto en que tu dolor no se sienta tan crudo e intenso como al principio tomará tiempo. No hay forma (o necesidad) de apresurarlo. No superamos la pérdida de un ser querido por suicidio, salimos adelante, y no hay un calendario establecido para las emociones que surjan.
- El duelo de otros de manera distinta, aún cuando sufren la misma pérdida. Las relaciones humanas son singulares y complejas. Nuestras experiencias de pérdida por suicidio son un reflejo de nuestras relaciones individuales con nuestro ser querido. Nadie en el mundo tiene justo la misma relación que tuviste con la persona que partió. Guarda tu luto de la manera en que lo necesites.
- No tienes que tener todas las respuestas para comenzar a sanar. Podrías no conocer todo lo que contribuyó a la muerte por suicidio de tu ser querido o cómo seguirás adelante sin esa persona. Aún así puedes sanar. Mantén la mente abierta a lo que podrías descubrir sobre ti mismo/a y tu relación con tu ser querido a medida que transcurre el tiempo. Está bien pensar de manera distinta sobre la pérdida con el transcurso del tiempo. La sanación puede suceder así el camino esté claro o no.
- El duelo puede ser agotador. Toma tiempo para descansar y recargar tu energía. Los días cuando nuestro dolor es particularmente difícil pueden agotarnos físicamente como si hubiéramos corrido un maratón. Eso puede suceder especialmente en días que hemos estado más en contacto con nuestro dolor (como cuando compartes tus sentimientos en un grupo de apoyo para víctimas de pérdida por suicidio o una sesión de terapia). Date tiempo para descansar y recuperarte esos días al pedirles a quienes te rodean que te ayuden a disminuir tu carga diaria, como ayudar a hacer mandados y otras tareas. La gente a menudo quiere ayudar tras una pérdida por suicidio, pero podrán no saber exactamente qué sería útil para ti.
- Tu dolor no es una carga. Es una reacción normal a la pérdida. Guardamos luto porque sentimos amor y un vínculo. No es necesario disculparte por que tu dolor o tus emociones cambien en respuesta a la pérdida por suicidio de tu ser querido.
- Está bien decir su nombre, aún si otros no pueden hacerlo en este momento. Di su nombre, aunque seas la única persona que puede hacerlo de momento. Hacerlo también ayuda a otros a saber que está bien hablar sobre la persona que murió por suicidio, y que quieres hacerlo. Compartir historias y recuerdos puede ayudar a sanar.
- Hay recursos disponibles para apoyarte en tu duelo. Existe una comunidad de sobrevivientes de una pérdida por suicidio que desea apoyarte mientras guardas luto. Para conocer más recursos para sobrevivientes de una pérdida por suicidio, visita org/loss.